Porvasal, El Fabricante de Vajillas ‘Made in Spain’
Disponer del sello Made in Spain es un indicativo de calidad, donde el fabricante, en este caso nuestro proveedor Porvasal, mima hasta el último detalle en todo su proceso de producción. Desde la elaboración de la materia prima, el diseño y la fabricación, combinada con la experiencia artesanal de los trabajadores más veteranos y la tecnología más avanzada del sector.
El logotipo y marca ‘Made In Spain‘ fue creada por el diseñador valenciano Ximo Roca en 2014, con el objetivo de apoyar la producción a las empresas españolas.
En la parte inferior cada una de las piezas de porcelana de este fabricante, se puede ver este sencillo pero claro mensaje “Made in Spain”, lo que indica que ese producto ha sido diseñado y fabricado en España, concretamente en Chiva (Valencia), sede donde desde hace décadas se cuida cada detalle para ofrecer los mejores productos.
Proceso de Fabricación.
Para la realización de las vajillas de porcelana, Porvasal necesita llevar a cabo una serie de procesos y controles, que van desde la elección de la materia prima, hasta el empaquetado final y entrega al cliente, garantizando así su máxima calidad.
Dentro del control de elaboración, se encuentras los laboratorios, donde la materia prima en primer lugar al llegar a las instalaciones, es sometida a grandes controles de calidad y estado, comprobando así que cumple con los estándares de calidad.
Una vez superado el proceso de calidad, las porcelanas son introducidas en sus moldes, donde algunas se refinan pieza a pieza de forma manual y otras de forma automática.
Todas las piezas en ‘crudo’ pasan a una primera cocción a 950 grados de temperatura, ha este proceso es más conocido como bizcochado.
Después de un tiempo dentro del horno las piezas pierden el agua y adquieren ya una parte de su dureza, este proceso provoca que comiencen a tomar un color ‘rosado’.
Terminada esta cocción son transportadas en vagonetas hasta las máquinas de esmaltado, y de ahí de nuevo se introducen en el horno a 1.400 grados, donde se le realiza el proceso de vitrificado, que gracias a ello la porcelana adquiere dureza, brillo y cero porosidad.
¡Las piezas después de un último pulido de pies, ya están listas para su clasificación y posterior encajado!
En el caso de que sean vajillas decoradas o deban ser personalizadas, pasan a la sección de decoración, donde cada una de ellas es pintada a mano, incluyendo logotipos o colores corporativos, lo único que en ocasiones es pintado con máquina son algunos filos de algunos decorados. El siguiente paso es el horneado a 1.200 grados, haciendo que los pigmentos queden por debajo del esmalte para que el decorado quede inalterable.
En cada fase de este proceso, se revisa cada una de las piezas por los operarios, eliminando así las que presentan cualquier tipo de defecto.
Una vez finalizado el proceso de producción y obtenido el producto final, se realiza un análisis de calidad.
Porvasal, mediante un proceso de bicocción en alta temperatura (proceso de vitrificado a 1.400 grados) que aporta a sus productos una mayor resistencia al rayado, una mayor durabilidad del esmalte, y una mayor dureza de las piezas, reduciendo el índice de roturas y convirtiéndolo en un producto de alta calidad.
Fuente: Porvasal